Contaminación por plástico, el informe 2020 del New Plastics Economy Global Commitment

Contaminación por plástico: un acuerdo global con el apoyo de Etica Funds y de cientos de sujetos entre empresas, organismos públicos, asociaciones y ONG (el New Plastics Economy Global Commitment) fomenta la reducción del plástico de los embalajes y la eliminación del problema en la fuente.

A principios de noviembre, dos años después de la firma del acuerdo, se publicó el segundo informe anual sobre los progresos realizados: el “New Plastics Economy Global Commitment 2020 progress report”.

Las cifras de la contaminación por plástico

Los investigadores estiman que, desde los años 50 hasta hoy, se ha fabricado más de 8,3 mil millones de toneladas de plástico. Aproximadamente el 60% del total ha terminado en la basura o, aún peor, en el medio ambiente.

Más del 99% del plástico está realizado con productos químicos derivados del petróleo, el gas natural y el carbón, todos ellos recursos no renovables. A este ritmo, en 2050 la industria del plástico podría representar el 20% del consumo mundial de petróleo y una gran parte de este porcentaje se vertería en el ambiente.

El compromiso por parte de 400 organizaciones contra la contaminación por plástico

Firmando el compromiso en 2018, las organizaciones se han comprometido a poner en práctica acciones para:

  • eliminar el envasado de plástico problemático y no necesario;
  • introducir en el proceso de producción innovaciones para que todos los envases de plástico sean 100% reutilizables, reciclables o compostables.

De esta manera, el PNUMA y la Ellen MacArthur Foundation desean poner las bases de una visión común de economía circular para la reducción de la contaminación por plástico y la conservación de nuestros Océanos.

Los objetivos del Global Commitment

Está previsto que los objetivos introducidos en el New Plastics Economy Global Commitment sean revisados cada 18 meses, haciéndose cada vez más ambiciosos. La Ellen MacArthur Foundation y el PNUMA establecen tres pilares.

Eliminar todos los embalajes de plástico problemáticos y no indispensables, pasando del desechable a modelos de embalaje reutilizable.

Innovar para asegurarse de que todos los envases de plástico se puedan reutilizar, reciclar o compostar, con total seguridad, antes de 2025.

Hacer circular la economía del plástico, aumentando de manera relevante la cantidad de material reutilizado o regenerado en los nuevos productos.

Dos años después de los primeros resultados del acuerdo global

El informe, publicado dos años después de la firma del compromiso, muestra progresos significativos en ​​dos áreas clave:

  • la presencia de contenido reciclado en los embalajes de plástico
  • la eliminación gradual de componentes identificados comúnmente como problemáticos, como los embalajes de PS y PVC, los pigmentos de carbón no detectables y bolsas y pajitas de plástico desechable

Por otro lado, se pone de manifiesto progresos limitados en el aumento de la reciclabilidad de los embalajes de plástico, en la reducción de embalajes desechables y en el paso a los embalajes reutilizables.

También se ha observado diferencias significativas en los progresos realizados entre los diferentes signatarios del Global Commitment: aunque algunas empresas han dado grandes pasos, otras han mostrado progresos mínimos o nulos respecto a los objetivos establecidos.

El informe destaca los diferentes progresos realizados por empresas, organismos públicos, asociaciones y ONG, pero afirma la necesidad de una fuerte aceleración para alcanzar los objetivos de 2025. Por eso se relanzan propuestas a empresas y gobiernos para eliminar la contaminación por plástico.

Se recomienda a las empresas que establezcan objetivos ambiciosos de reducción de los embalajes no reciclables, desarrollando hojas de ruta creíbles y asumiendo acciones valientes.

A los gobiernos, reconociendo que no es suficiente la acción voluntaria de la industria para lograr los objetivos, se les pide:

  • que establezcan políticas y mecanismos de financiación para la recogida y la clasificación del plástico, a través de contribuciones justas del sector;
  • que establezcan una dirección global y creen un marco de acción internacional a través del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) para el desarrollo de una economía circular del plástico.

«El informe muestra que algunos gobiernos han pasado a la acción combinando responsabilidad de los fabricantes, incentivos fiscales y políticas de licitaciones públicas» explica Ligia Noronha, Directora de la División de Economía del PNUMA. «Le pedimos a todos los gobiernos que sigan su ejemplo y se unan a nivel global, a través de la Asamblea de Naciones Unidas para el medio ambiente, trabajando en un marco de acción internacional y basándose en una visión para una economía circular del plástico».

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Más información en www.newplasticseconomy.org

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